La llamada a la acción (Call-to-Action o CTA) es la frase con la que debemos cerrar los textos de nuestros anuncios, los tuits promocionales, las cartas de venta o las descripciones de producto o los botones de compra en sitios de comercio electrónico. Si cumplen los requisitos adecuados, las llamadas a la acción son palabras casi mágicas que incitan al cliente a completar la acción acorde con nuestro objetivo, o lo que es lo mismo, la conversión. Las perfectas llamadas a la acción son aquellas que cumplen lo siguiente.
Ofrece más información: Tu visitante ha estado en tu sitio durante un tiempo, lo ha percibido como una fuente de autoridad y está ávido de saber más sobre aquello que le interesa. Por ello, las llamadas a la acción ‘Saber más’ ‘Amplia tus conocimientos’ o similares funcionan bien para llevar al usuario a otras partes del sitio.
Utiliza el modo imperativo: Las palabras en tiempo imperativos que llaman a la acción (por ejemplo: ‘regístrate ya’, ‘comienza hoy’, ‘compra ahora y consigue un 30% de descuento’…) animan a tus potenciales clientes a que realicen el siguiente paso, ya sea que compren, se registren o hagan clic.
Provoca un sentimiento de urgencia: El sentimiento de urgencia en las llamadas a la acción es una poderosa técnica que ayuda a contrarrestar la tendencia del comprador a pensárselo dos veces y a salir del sitio web. Algunas técnicas clásicas de generar el sentimiento de urgencia es limitar el tiempo de disponibilidad de una oferta o producto (“esta oferta expira el día 30 de Mayo”, “este pack está disponible por tiempo limitado”), o bien proyectar escasez (“Sólo quedan 50 unidades”, “Ultimas diez plazas disponibles”). También puedes mostrar un reloj en la página que muestre la cuenta atrás del tiempo restante de la oferta. Todo ello aumentará también el valor percibido del producto.
Ofrece algo gratis: La palabra ‘gratis’ sigue siendo tan poderosa y seductora como antaño, por lo que no debemos infravalorarla. A la hora de convencer a alguien mediante la palabra escrita, ofrecer algo gratuito es el aliciente necesario para los más reticentes. Puedes ofrecer un ebook, un servicio, un paper, una membresía, un envío gratuito, acceso a un seminario web, etc…
Resuelve un problema: A la hora de crear una llamada a la acción has de preguntarte qué necesidad resuelve tu producto o servicio. Cuando tenemos un problema la búsqueda rápida de la solución es lo que realmente nos mueve a actuar. Por ejemplo: ‘Comienza a ahorrar dese hoy’ o ‘Elimina tu estrés en una semana’.