La PNL (programación neurolingüística) es una forma técnica que persigue descubrir y replicar los factores de la excelencia. Uno de sus aspectos centrales es la forma en que las personas con más éxito usan en lenguaje tanto en su forma de pensar como en su comunicación con los demás para lograr resultados positivos.
El lenguaje es la materia de la que están hechos nuestros pensamientos, por lo que según la forma en que lo utilicemos podemos alterar sustancialmente tanto la forma en que conceptualizamos nuestro mundo como en la manera en que nos comunicamos con los demás.
También podemos usar las palabras para influir en el comportamiento de los demás, como persuadir a las personas para comprar. En este sentido, la PNL nos ofrece unas valiosas técnicas específicas si la aplicamos a nuestra redacción persuasiva o copywriting.
Uso del lenguaje positivo
Una de la características de la PNL es que se centra en un enfoque positivo. Las personas que quieren lograr unos resultados se plantean sus metas en términos positivos en lugar de negativos. Si te enfocas en lo que no quieres (por ejemplo: «no quiero arruinarme»), a tu mente inconsciente le resulta difícil imaginar los pasos para alcanzar una meta positiva, como por ejemplo: «Ganar más dinero». En otras palabras, centrarte en lo que no quieres puede tener efectos contraproducentes. Si cambias tu foco a «Estar en forma», en lugar de «Dejar de comer en exceso», tu mente tendrá mucho mejor definido el objetivo a alcanzar y estarás en el camino correcto.
Como copywriter, puedes conseguir mejores resultados si diriges la atención de tu audiencia hacia resultados bien definidos con el uso de frases positivas en lugar de negativas. Para ello, exprésate en términos de beneficios hacia los que avanzar, en lugar de cosas negativas a esquivar. Lo positivo harán que los beneficios se materialicen de manera concreta y vívida en la mente del lector, evitando que piense en las cosas que no le gustan.
Por ejemplo:
- «Disfruta de más tiempo libre» en lugar de «Reduce tu carga de trabajo»
- «Ten más dinero en el bolsillo» en lugar de «No desperdicies tu dinero»
- «Siéntete mucho más joven» en lugar de «Dí adiós a los achaques»
Storytelling
Las historias son una herramienta muy poderosa en el copywriting y en cualquier forma de publicidad porque son vívidas, convicentes y apelan a las emociones. A todo el mundo le gustan las historias y hacen nuestro mensaje mucho más comprensible. Las historias se recuerdan mejor que los datos y los hechos, y todos conectamos con ellas.
Las historias tienen la gran ventaja de poseer una estructura reconocible que lector tiene ya aprendida desde su infancia. Sabe que toda historia debe tener un principio, un medio y un final (presentación, nudo y desenlace). Compone tu historia con estos tres elementos y funcionará a la perfección. No necesitas contar un extenso relato, basta con una historia corta que puede consistir en tres frases. Cualquier historia sobre cómo superar una dificultad funciona a la perfección. Las historias pueden estar centradas en la empresa, en el producto o en el propio consumidor.
Por ejemplo:»Mis amigos se rieron de mi cuando les dije que tendría un cuerpo de atleta en tres meses, pero les dejé con la boca abierta». Esta mini-historia podría servir como copy para un gimnasio, productos de suplementación deportiva, libros de gimnasia, etc…
Apela a los sentidos de tus lectores
En PNL se denominan «sistemas de representación» a los cinco sentidos básicos: visual, auditivo, táctil, olfativo y gustativo. Estos sistemas gobiernan el modo en que imaginamos o nos representamos en nuestro cerebro el mundo real.
Percibimos el mundo real con nuestros cinco sentidos (vista, olfato, oído, gusto).
y el tacto), y lo mismo ocurre en nuestra representación interior del mundo interior. Recordamos imágenes que hemos visto, música o conversaciones que hemos oído. En PNL, La teoría es que cada uno tenemos una modalidad preferida. A algunos de nosotros nos gusta pensar en términos visuales, otras personas dan preferencia a términos auditivos, mientras que hay otros que dan preferencia a estímulos espaciales o táctiles. Si conoces la modalidad preferida de alguien, la eficacia de tu comunicación mejorará si utilizas palabras que evoquen sus sensaciones. Por ejemplo «suena a música para mis oídos» o «veo lo que quieres decir». La primera frase conectará mejor con las personas visuales y la segunda con las auditivas.
Sin embargo, a la hora de redactar textos publicitarios no sabemos la submodalidad preferida de nuestros lectores. Lo que sí podemos hacer es usar el lenguaje sensorial que evoque distintas submodalidades.
- «Nuestro equipo de atención al cliente está disponible las 24 horas para escuchar tus dudas y resolver tus problemas».
- «Prueba nuestro producto gratuitamente y podrás ver por ti mismo su funcionamiento».
- «Visita nuestro restaurante y saborea nuestra deliciosa y picante comida india».
Puedes hacer tu texto más atractivo instantáneamente haciendo uso de los sistemas de representación.