La narración de historias o Storytelling es uno de las herramientas más poderosas del copywriting, el neuromarketing y el marketing digital. Es un arma de persuasión muy potente que puede ser usada tanto por las grandes empresas como por los negocios más modestos.
La narración de historias es en realidad la forma más antigua de comunicar un mensaje. Tú estás usando la narración de historias para ti y tu negocio, aunque no lo sepas ni lo llames exactamente así. La narración de historias es una de las formas más sencillas y antiguas de promocionar y vender cualquier cosa.
Vamos a ver algunas técnicas básicas y fundamentales de storytelling que puedes aplicar a tus posts, artículos, textos publicitarios o vídeos.
Define un protagonista y un antagonista
Las historias necesitan un bueno y un malo, también llamado protagonista o antagonista, o héroe y enemigo El enemigo puede ser una cosa tangible, como un desierto, o intangible, como el sistema, la sociedad o el propio miedo o ansiedad interior. El arco de la historia es cómo el protagonista vence ese obstáculo o enemigo. Las preguntas que debes hacerte a la hora de confeccionar tu historia son: ¿Cuál es el enemigo o obstáculo principal de mis clientes o consumidores? ¿Es el desperdicio de dinero? ¿La baja competitividad?
Usa el conflicto
El conflicto es la forma en que se manifiesta la fricción entre el protagonista y un enemigo u obstáculo. Tal vez se manifiesta cuando el protagonista decide cruzar el desierto, o cuando tú, el dueño del negocio, decide averiguar cómo resolver un problema. El conflicto también describe los obstáculos que encontraste en tu camino al éxito, ya sean problemas con tu banco o con tus vecinos. Si el protagonista no tiene problemas, entonces la historia carecerá de interés.
Omite los detalles irrelevantes
Omite cualquier detalle que no haga avanzar la historia o desarrolle los personajes. Se trata de mantener la atención de los lectores. No te vayas por las ramas. Si no necesitan saber qué tipo de ordenador usas para trabajar, no le hables del ordenador.
Cuenta la historia con lenguaje natural
El lenguaje corporativo es el enemigo del copywriting y arruina las historias. Esta manera de escribir aleja a la audiencia. Habla como lo harías normalmente. Si suenas demasiado corporativo para pasar por una persona normal es que no lo estás haciendo bien.
Hazlo visual
Las historias visuales son vehículos poderosos para transmitir un mensaje. Añada elementos visuales a su narración de negocios para hacerla más convincente. Te habrás percatado de que los libros infantiles se componen fundamentalmente de imágenes, y que muchas de las más grandes historias jamás contadas han sido convertidas en películas. Las imágenes dan vida a una historia. Por supuesto, puedes contar una historia con sólo palabras, pero la adición de imágenes la hará mucho más poderosa.
Céntrate en el elemento humano
Las historias más poderosas usan la emoción para conectarse con nosotros a nivel humano. Los hechos y las cifras pueden ser persuasivos, pero las historias son memorables. En un artículo de Entrepreneur sobre técnicas de storytelling de marcas, el renombrado narrador y profesional de relaciones públicas Kambri Crews recomienda usar los momentos emocionales para ayudar a los clientes potenciales a conectar a nivel profundo con el producto o servicio. Crews pone el ejemplo de un vídeo de un niño sordo que recibe un implante auditivo y oye la voz de su madre por primera vez. Esta imagen y esta historia es sin duda mucho más poderosa que citar investigaciones y estudios de casos.
Hazlo personal
Usar imágenes de lo que realmente ocurrió, o del lugar donde ocurrió. Usar imágenes de la gente real que protagonizó la historia, en lugar de modelos fotográficos o imágenes de archivo. Habla de manera natural y de tú a tú. Muestra tu personalidad, revela un poco de tus debilidades y tus miedos. Todo el mundo tiene también esas debilidades y miedos. Este es uno de los grandes poderes de la narración de historias: cuando contamos nuestra propia historia, a menudo estamos contando también las de otras personas. Esas personas -tus potenciales clientes- son tu audiencia ideal.
Añade un giro final
Una historia sin sorpresas es aburrida. Una sorpresa final, buena o mala, es tan esencial para la historia como el conflicto.